Recientemente me topé con el concepto de Arquitecto Fraccional y pensé: ¿por qué no describirme como un Arquitecto Fractal?
Exactamente ahí es donde me siento en casa: navegando arquitecturas complejas, abordando problemas críticos específicos y analizando montañas de datos para construir modelos significativos. Mi trabajo consiste en encontrar el punto dulce donde la complejidad se encuentra con la simplicidad, la velocidad y la seguridad. Ver una arquitectura bien elaborada y un modelo de datos elegante funcionando sin problemas en producción es una de mis mayores satisfacciones.
Creo en la automatización como una forma de liberar tiempo y energía, y en la optimización como un acto de cuidado hacia las personas que usarán estos sistemas todos los días. Más automatización significa más espacio para mejorar todo lo demás — para innovar en lugar de solo sobrevivir.
Y como no somos máquinas, también aporto mindfulness y atención a los equipos: porque la sostenibilidad del trabajo no se mide solo en tiempo de actividad, sino en la calidad con la que permanecemos presentes dentro de nuestros proyectos.